Los inversores compran bonos del Estado o corporativos como parte de su estrategia de diversificación. Los traders pueden hacer lo mismo con los CFDs de bonos, ya que estos derivados siguen los movimientos de precios del activo subyacente.
El trading de CFDs de bonos permite a los traders exponerse en los mercados mundiales de renta fija sin necesidad de poseer los bonos. De esta forma, pueden especular sobre las fluctuaciones de los precios en ambas direcciones y encontrar oportunidades de trading a corto plazo. Los CFDs de bonos son utilizados también para cubrirse (hedge) frente a los movimientos de los tipos de interés gracias a su relación inversa con estos.
Como en todos los CFDs, el alto apalancamiento y bajo nivel de margen permiten a los traders construir sus portafolios con menos capital en comparación con la inversión en bonos reales.